Los peligros de la centralización
Como se pudo observar a lo largo del corriente año, y más precisamente durante el mes de noviembre, prácticamente todas las plataformas de préstamos centralizadas quebraron o están a punto de hacerlo.
Mucha gente se sigue preguntando qué pudo haber pasado para que se desencadenara semejante debacle.
La realidad nos muestra que todo se hizo mal desde el principio.
Principalmente por querer aplicar las viejas recetas del mundo financiero fiat tradicional a algo totalmente nuevo, diferente y revolucionario como Bitcoin, y por querer aprovecharse de la codicia humana y la ignorancia del público en general respecto de este nuevo paradigma.
El sistema financiero fiat tradicional insiste permanentemente y desde hace varias décadas en que es imprescindible obtener rédito de nuestro dinero de cualquier manera posible, ya sea colocándolo a plazo fijo en un banco, o comprando acciones, o bonos soberanos, o cualquier otra cosa que asegure algún tipo de ganancia.
Lo que nunca explican es porqué debe hacerse esto y no simplemente ahorrar el dinero que se obtiene trabajando, sin tocarlo, como hacían nuestros abuelos o bisabuelos.
Y no lo explican precisamente porque no tienen incentivos para hacerlo, ya que ellos mismos son los responsables de la raíz del problema, que es justamente lo que les permite hacer grandes negocios.
El sistema bancario en complicidad con los gobiernos correspondientes han destruido una de las principales características del buen dinero que es la Reserva de Valor. Y lo han hecho de manera creciente a lo largo de varias décadas, especialmente a partir de 1971, simplemente creando dinero de la nada sin ningún tipo de respaldo o contraparte productiva, por lo tanto, nuestro dinero, como cualquier otro bien que se tornó abundante fue perdiendo valor año tras año.
La pérdida de poder adquisitivo del dinero a causa de la emisión monetaria sin sustento provocó que tanto el público en general como las empresas y hasta países enteros, se vieran obligados a “invertir” su dinero en algo que al menos les permitiera conservar el poder de compra. Y de esta forma se “financializó” la economía obligando a todo el mundo a convertirse en expertos en finanzas solo a los efectos de poder conservar el valor de su trabajo a lo largo del tiempo. ¡Nada más perverso!
Ahora, un médico debe perder su tiempo aprendiendo malabares financieros en lugar de estar atendiendo a sus pacientes, o un arquitecto tiene que estudiar manejo de riesgo crediticio en lugar de diseñar su siguiente edificio, y así con cualquier otro caso que se nos ocurra. Y aquel que no se siente capacitado para esa tarea se ve obligado a contratar a algún “experto” en la materia para que lo asista, teniendo que destinar parte de sus ingresos al pago de estos profesionales, que de existir un buen dinero, simplemente no sería necesario.
A lo largo de los años todo este perverso entramado financiero/gubernamental fue convenciendo a la gente por medio de los grandes medios masivos de comunicación, que el dinero DEBE ser invertido siempre.
La llegada de Bitcoin tomó por sorpresa a prácticamente todo el mundo, y sus intrínsecas características de buen dinero, aún hoy después de 13 años de existencia, son incomprendidas por la mayoría. Gran parte del público trata a Bitcoin de la misma forma que al dinero fiat. Lo “invierten” para que les genere ganancias, cuando en el caso de Bitcoin esto básicamente NO ES NECESARIO!
Bitcoin NO puede ser inflacionado!
Bitcoin no puede ser creado de la nada!
Bitcoin no puede ser impreso sin esfuerzo!
Bitcoin no puede ser generado para pagar déficit!
Bitcoin no puede ser diluido a base de emisión monetaria!
Por lo tanto, Bitcoin solo debe ser atesorado, no invertido, ya que representa algo nunca antes visto en la historia humana:
¡Bitcoin es una escasez absoluta!
Dado que Bitcoin no puede ser devaluado vía emisión, y sus fundamentos monetarios no pueden ser adulterados de ninguna manera, la idea de que tiene que generar ganancias es en sí mismo un sin-sentido.
Bitcoin es una “Rareza digital”, y como tal puede ser “coleccionada” o atesorada como un bien extraordinario que cada vez es más difícil de obtener, y lo será aún más en el futuro.
Sin embargo, como la mayoría de la gente aún cree que Bitcoin debe ser invertido como si de dinero fiat se tratase, muchos individuos inescrupulosos crearon plataformas en las que ofrecían intereses muy atractivos a todo aquel que “invierta” sus tenencias de BTC en sus empresas y luego préstamos “blandos” contra los Bitcoin de sus clientes.
Todo esto ya era de por sí el caldo de cultivo para la estafa, pero no contentos con captar el dinero y los BTC de sus usuarios, estas plataformas crearos sus propios tokens de la nada asignándoles un valor absolutamente ficticio, que luego utilizarían junto a los BTC de sus clientes como colateral para tomar aún más créditos en otras empresas que en algunos casos pertenecían al mismo grupo.
La receta perfecta para el desastre total!
Todo iba muy bien durante el mercado alcista, y estos esquemas fraudulentos se multiplicaron como bacterias en el perfecto caldo de cultivo del momento, que se veía potenciado por las nulas o negativas tasas de interés que ofrecía el mercado financiero tradicional ya ahogado en sus propias deudas.
Pero como todo lo que sube luego tiene que bajar, cuando la fuerza del mercado alcista se debilitó y comenzamos a transitar una situación bajista todos aquellos tokens creados del aire perdieron valor antes que cualquier otra cosa y las alarmas y llamadas de margen comenzaron a sonar por todos lados. Los tenedores de los tokens basura se empezaron a deshacer de ellos rápidamente, lo que les provocó aún más perdida de valor y se disparó un efecto cascada que terminó por hacer colapsar todo el esquema como si de un castillo de naipes se tratara.
Aquellas empresas que habían re-hipotecado los BTC de sus usuarios ya no podrían recuperarlos. La gente desesperada intentaba retirar de los exchanges y plataformas de préstamos todo lo que pudiera, pero ya era demasiado tarde y esas empresas centralizadas decidieron suspender todo retiro y declararse en bancarrota. Miles de millones se perdieron en este proceso y quizás todavía debamos asistir a más quiebras en lo que queda del año.
¿Porqué LEND de Hodl Hodl no sufrió nada de esto? Simplemente porque las cosas se hicieron bien desde el principio.
LEND de Hodl Hodl es una plataforma P2P que conecta a prestamistas con prestatarios en un mercado de préstamos global y absolutamente libre, y además no custodia los fondos de ninguno de los usuarios, sino que son alojados en direcciones multifirma en la blockchain de Bitcoin a la vista de todo aquel que desee verificarlo con solo usar algún explorador de bloques. Adicionalmente, dado el hecho de que LEND solo tiene en su poder una sola firma de las dos necesarias para mover los fondos de la dirección de resguardo, es definitivamente imposible para la empresa re-hipotecar los BTC colocados en garantía por los prestatarios.
Por otra parte, Hodl Hodl es una empresa Bitcoin-only.
Nunca hemos creado tokens propios y jamás lo haremos.
Como desde el primer día, en Hodl Hodl nos enfocamos en desarrollar las herramientas técnicas necesarias para que nuestros usuarios puedan realizar sus operaciones de cambio y préstamos con total seguridad y transparencia.
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